Sintomas
Los síntomas más frecuentes son la pérdida de peso y la ictericia.
El tumor se localiza con frecuencia en la cabeza pancreática. A este nivel, invade muy pronto la vía biliar, lo que provoca la interrupción del flujo de bilis desde el hígado al intestino, con lo cual el paciente se pone "amarillo" y con frecuencia tiene picores generalizados, debidos a la ausencia de eliminación de las sales biliares.
El dolor de espalda, a la altura teórica del estómago, es otro síntoma frecuente, especialmente en tumores que afectan al cuerpo del páncreas, y es un signo de infiltración de plexos nerviosos y, por lo tanto, de mal pronóstico.
Determinados factores de riesgo pueden asociarse a una mayor probabilidad de padecer cáncer de páncreas:
Edad: el riesgo aumenta de manera pronunciada después de los 50 años de edad.
En el momento del diagnóstico, la mayoría de los pacientes tienen entre 60 y 80 años de edad.
Raza: las personas de raza negra tienen una mayor probabilidad que otros grupos étnicos.
Tabaquismo: el riesgo es mayor en los fumadores.
Antecedentes familiares: los genes responsables exactos no han sido debidamente identificados, aunque las alteraciones del ADN que aumentan el riesgo de una persona de padecer otros tipos de cáncer incrementan el riesgo de cáncer de páncreas.
Obesidad: las personas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 tienen más probabilidades.
Pancreatitis crónica: esta inflamación prolongada del páncreas se asocia a un riesgo ligeramente mayor de cáncer de páncreas.
Diabetes de inicio repentino: la diabetes puede ser un factor de riesgo y un síntoma precoz de un cáncer de páncreas.
El único tratamiento curativo del cáncer de páncreas es la cirugía, que consiste en la extirpación de la cabeza pancreática junto con la vía biliar, el duodeno y, en ocasiones, parte del estómago. Es una cirugía relativamente larga y con un postoperatorio a veces complicado. Hoy en día, la mortalidad de la intervención es prácticamente nula.
En los últimos años se han desarrollado tratamientos de quimioterapia y radioterapia como complementarios de la cirugía, tanto antes como después de la intervención
El tratamiento paliativo se centra en disminuir los síntomas para mejorar la calidad de vida: aliviar el dolor y solucionar la obstrucción biliar y en su caso digestiva.
El dolor se controla habitualmente en las Unidades de Dolor y, en ocasiones, puede ser necesario recurrir a procedimientos de "destrucción" de los nervios afectados ejemplo de ello es la ablación del ganglio celiaco, sin embargo esta técnica se deja como una siguiente opción, después de que el tratamiento médico farmacológico no haya funcionado. La paliación de la ictericia se puede realizar mediante colocación de prótesis en la vía biliar obstruida.